Art. Uk.1. Un año de invasión, muerte y exilio.

Imagen de archivo de un mural en Leópolis (Ucrania) creado por el artista francés Christian Guémy. EFE/ Rostyslav Averchuk

UN AÑO DE INVASIÓN, MUERTE Y EXILIO

Se cumple un año del inicio de los ataques bélicos de Rusia contra Ucrania, dando como resultado cifras superiores a 8 millones de refugiados ucranianos en el mundo, más de 5 millones de desplazados internamente y miles de muertos. En España según el Ministerio del Interior, hay 168.000 ucranianas/os bajo protección temporal y en Francia 118. 994 con el mismo estatus, de acuerdo al Ministère de l'Intérieur Francés.


A día de hoy, la situación parece no llegar a su fin y las cifras de las víctimas por el conflicto siguen aumentando considerablemente. Según el gobierno noruego, se estima que hay más de 100.000 militares (muchos civiles que se han unido al ejercito) muertos y heridos del lado de Ucrania y 30.000 civiles. Mientras del lado de Rusia, hay 180.000 soldados muertos y heridos. Aunque fuentes del gobierno estadounidense, estima que hay más de 200.000 militares muertos y heridos rusos.

Antes esta barbaridad, a través de nuestra área de Cooperación Internacional, hemos dado Ayuda Humanitaria a las personas que continúan en Ucrania, concretamente en centros urbanos de la periferia de las grandes ciudades, pequeños poblados y hospitales. En pro de contribuir y defender los derechos más fundamentales de las víctimas del conflicto, por medio de organizaciones polacas y de la mano de nuestro colega, Wojciech Salwiński, quien se encargo de la comunicación y logística en terreno.


Realizamos una campaña de recogida de medicamentos y material sanitario para el Hospital de Chmielnicki y de Lviv, basándonos en un listado proporcionado por los mismos hospitales. Los insumos estaban destinados a personas que habían sufrido heridas en el frente, bombardeos, que se encontraban en situación de estrés postraumático y personas con enfermedades crónicas que no tenían acceso a su medicación.

De igual forma, hicimos una campaña de recogida de ropa de invierno en colaboración directa con el centro de estudios de Barcelona, ESADE, para abastecer a la población de ropa adecuada y resistente a las bajas temperaturas de los meses de invierno. También incluimos otros materiales e insumos básicos, ante la escasez y precariedades del contexto de guerra. Ambas campañas se desarrollaron satisfactoriamente y se distribuyeron correctamente entre los colectivos y en los lugares señalados anteriormente, los cuales continúan sufriendo las consecuencias de la guerra.

Sabemos que mientras la guerra continúe, la ayuda humanitaria seguirá siendo necesaria, pero cada vez será más difícil ayudar de la manera que lo hemos hecho. Porque los conflictos que se incrustan en el tiempo, lamentablemente se “normalizan” en el imaginario colectivo de la sociedad internacional, lo cual hace que disminuya el interés y deseo de colaborar.


Es por ello que, desde Proyecto Amal ratificamos que deploramos las acciones bélicas del Gobierno de Rusia contra Ucrania y contra su propio población (también víctima de las decisiones e intereses del Kremlin) e instamos a la Unión Europea (UE) y la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), aliados de Ucrania y a los países aliados de Rusia, a generar puentes que faciliten el diálogo y proponer acuerdos viables, que contribuyan a poner fin a la catástrofe humanitaria que llevamos viviendo desde hace un año.

Así mismo, hacemos un llamado a la Organización de las Naciones Unidas (ONU), la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) y la Organización del Tratado de la Seguridad Colectiva (OTSC), para que también intenten mediar y establecer puentes que faciliten el diálogo entre Rusia y Ucrania. Y todos los gobiernos, cada uno a su manera, deben tomen medidas contundentes que reflejen el rechazo a las acciones de Rusia.


No podemos aún hablar de justicia, reparación o la creación de un tribunal para juzgar los crímenes cometidos en Ucrania, si los bombardeos no cesan, las bombas sigan cayendo y las personas siguen huyendo. Es imperativo un plan y acciones realista, para frenar la invasión, muerte y exilio.

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